La luz es un elemento esencial en el diseño y la decoración de nuestro hogar. No solo nos permite ver mejor, sino que también influye en nuestro estado de ánimo, en nuestra salud y en la percepción del espacio. Por eso, es importante aprovechar al máximo la luz natural y elegir la iluminación artificial adecuada para cada estancia de la casa.
En este artículo te vamos a dar algunos trucos para conseguir más luz en casa y qué tipo de iluminación usar en cada estancia de la casa, según sus funciones y características.
Trucos para conseguir más luz en casa
Para ganar más luz en casa, se pueden seguir las siguientes ideas:
- Dar paso a la luz con puertas correderas, acristaladas y en blanco. De esta forma, se evita interrumpir el flujo de luz entre las diferentes estancias y se crea una sensación de amplitud y continuidad.
- Usar el blanco en paredes o textiles, ya que es el color que más refleja la luz (hasta un 80%). El blanco ayuda a crear espacios luminosos, limpios y frescos. También se pueden usar otros tonos claros o pastel, que aportan calidez y suavidad. Si quieres aventurarte con un tono más oscuro o llamativo, es importante que lo combines con elementos de tonos claros para que se mantenga la luz de la habitación. Por ejemplo, puedes pintar una de las paredes de la estancia de un color llamativo, pero compensarlo con muebles de tonos claros.
- Añadir complementos con luz propia. Se trata de usar elementos decorativos que emitan o reflejen luz, como espejos, velas, guirnaldas, cuadros con marcos brillantes, etc. Estos complementos ayudan a crear puntos focales de interés y a multiplicar la luz natural.
- Utilizar suelos más luminosos. Los suelos oscuros absorben la luz y hacen que el espacio se vea más pequeño y sombrío. Por eso, es conveniente optar por suelos claros o brillantes, que reflejen la luz y amplíen el espacio visualmente.
- Prestar atención a la distribución de la casa, eligiendo grandes ventanales y eliminando paredes y espacios aislados. Cuanto más abierta sea la planta de la casa, más se aprovechará la luz natural que entra por las ventanas. También se puede optar por instalar tubos solares o tragaluces en el techo, que permiten iluminar zonas sin ventanas.
- Instalar marcos de ventanas blancos. Los marcos de ventanas blancos o claros hacen que las ventanas parezcan más grandes y que entre más luz por ellas. Además, contrastan con el exterior y crean un efecto de profundidad.
- Evitar el uso de cortinas translúcidas. Las cortinas opacas o pesadas bloquean la luz natural y oscurecen el ambiente. Por eso, es mejor usar cortinas ligeras, vaporosas y translúcidas, que dejen pasar la luz pero que también protejan la intimidad y el confort térmico.
- Colocar bancos debajo de las ventanas. Los bancos debajo de las ventanas son una solución práctica y decorativa para aprovechar el espacio y la luz natural. Se pueden usar como asientos, como almacenaje o como superficie para colocar plantas o libros.
- Apostar por LEDs de luz cálida. Los LEDs son una opción eficiente y ecológica para iluminar nuestra casa. Además, podemos elegir el tono de luz que más nos guste, desde una luz fría hasta una luz cálida. La luz cálida es más acogedora y relajante, ideal para crear ambientes íntimos y confortables.
Qué tipo de iluminación es mejor para cada estancia de la casa
Los tipos de iluminación para casa se pueden clasificar según su uso y su origen:
- Iluminación general: Es la que proporciona una luz uniforme y suficiente para todo el espacio. Se suele colocar en el techo o en las paredes.
- Iluminación puntual o focal: Es la que se dirige a un punto específico para resaltar un objeto o una zona. Se suele usar con lámparas de mesa, de pie o empotradas.
- Iluminación ambiental: Es la que crea una atmósfera acogedora y relajante con una luz suave y difusa. Se suele usar con velas, guirnaldas o tiras de LED.
- Iluminación decorativa: Es la que tiene un valor estético y se usa para adornar o dar personalidad al espacio. Se suele usar con lámparas de diseño, de colores o con formas originales.
Según la estancia de la casa, podemos usar uno o varios tipos de iluminación, combinándolos según nuestras necesidades y preferencias. Aquí te damos algunas sugerencias:
- Salón: Lo ideal es iluminar toda la estancia con una luz general no muy intensa, usando lámparas de techo, plafones o focos. También podemos crear una luz ambiental con apliques de pared que lancen el haz de luz hacia el techo, consiguiendo una luz agradable y difusa. La zona de lectura y el comedor necesitan una iluminación puntual para completar, usando lámparas de mesa, de pie o colgantes. Por último, podemos añadir una iluminación decorativa con lámparas de diseño que den personalidad y carácter al espacio.
- Dormitorio: Para favorecer el descanso es importante que la luz no sea muy intensa ni directa. En las mesillas de noche, una luz puntual directa con una lámpara de sobremesa o bien apliques, que nos permitan leer o ver la televisión sin molestar a nuestra pareja. Si hay zona de estudio o trabajo, lo ideal es combinar una luz puntual y directa sobre la mesa con otra de carácter ambiental. También podemos usar una iluminación decorativa con velas, guirnaldas o tiras de LED, que creen un ambiente romántico y acogedor.
- Cocina: En esta estancia, la luz general debe ser uniforme, que no dé calor y que consuma poco, como los fluorescentes o los paneles LED. En la zona donde cocinaremos, lo ideal es una luz directa bajo los armarios superiores, que nos permita ver bien lo que estamos haciendo sin crear sombras. Dentro de los armarios se pueden colocar regletas y otras soluciones LED a pilas, que nos faciliten encontrar lo que buscamos.
- Baño: Además de una iluminación general en el techo con plafón o focos, es importante contar con una iluminación puntual en la zona del lavabo que nos permita realizar con precisión tareas funcionales. Para ello, podemos usar apliques o focos en el espejo que no creen sombras sobre el rostro. Si hay un espacio diferenciado para la bañera o ducha, una luz ambiental contribuirá a la relajación.
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