Localidad: Riudecols (Tarragona)

Superficie: 290 m²

Proyecto: 2022

Finalización: En construcción

Se trata de una vivienda unifamiliar que aprovecha la topografía natural del terreno, adaptándose a su pendiente para minimizar la necesidad de movimientos de tierra y reducir así los costos de construcción. Esta solución arquitectónica respeta el entorno, integrándose suavemente en el paisaje y optimizando el uso de los niveles existentes.

Acceso: La entrada principal de la vivienda se realiza desde el nivel de la calle, donde se ubican las áreas de acceso y zonas de servicios, permitiendo un fácil acceso desde el exterior.

Zona de día: La zona de día, que incluye espacios como la sala de estar, comedor y cocina, se encuentra en el nivel inferior. Esto permite una conexión directa con el jardín y las áreas exteriores, como la terraza y la piscina. Desde este nivel, se accede a la piscina, que también está diseñada para aprovechar la pendiente del terreno, integrándose visualmente con el entorno y brindando vistas despejadas.

Fachada principal: La vivienda presenta líneas modernas y limpias, con un uso de materiales como madera, vidrio y revestimientos claros que le dan un aire contemporáneo y cálido. Las amplias ventanas permiten una excelente entrada de luz natural y conectan el interior con el exterior.

Adaptación al terreno: La vivienda respeta la pendiente natural, situando la mayoría de las áreas habitables en los niveles más bajos, lo que ayuda a mantener la casa térmicamente eficiente y visualmente integrada con el entorno.

Piscina y terraza: La piscina infinity en el nivel inferior se funde con el paisaje, aprovechando las vistas que ofrece el terreno. La terraza adyacente proporciona un espacio de ocio ideal para disfrutar del clima y las vistas del entorno natural.

Jardines: El jardín y las zonas verdes rodean la vivienda, con paisajismo sencillo que refuerza la integración con la naturaleza, manteniendo una conexión visual y funcional con la topografía existente.

Con esta configuración, la casa no solo optimiza el uso del terreno natural, sino que también minimiza el impacto ecológico y económico del proyecto al reducir la necesidad de grandes movimientos de tierra o modificaciones topográficas. Esto crea un equilibrio entre funcionalidad, estética y respeto por el entorno.